GARCIA FAURA interviene en la renovación de equipamientos y la mejora energética de la isla de servicios del Mercado de la Sagrada Familia
El Ayuntamiento de Barcelona está llevando a cabo la reordenación y mejora de la eficiencia energética del Mercado de la Sagrada Familia y el resto de equipamientos públicos de la manzana situada entre las calles Padilla y Mallorca, en el distrito del Eixample de la capital catalana.
El consistorio barcelonés ha puesto en marcha la rehabilitación integral de la manzana comprendida entre las calles Mallorca, Padilla y Provença, unos 8.107 metros cuadrados de superficie donde existen diversos equipamientos como el Mercado de la Sagrada Familia, un casal de la gente mayor, otro infantil, un centro cívico y una biblioteca. La reforma busca reconectar el barrio con el jardín interior de la manzana y los equipamientos entre sí, reorganizar los usos del edificio de servicios y minimizar el impacto ambiental del conjunto de equipamientos.
Los trabajos se han dividido en dos actuaciones diferenciadas y GARCIA FAURA interviene en ambas.
En cuanto a la remodelación del Mercado de la Sagrada Família, el principal objetivo de los trabajos es la optimización de la energía, por lo que se instalará una nueva cubierta sostenible y con placas fotovoltaicas con la que se espera reducir la radiación solar directa entre un 10 y un 20%. Se fabricarán e instalarán una serie de módulos para los sistemas de ventilación de la cubierta, formados por lamas y ventanas integradas de apertura motorizada. También se ejecutará una fachada de muro cortina, de 450 metros cuadrados, y otras intervenciones como acristalamientos, forrados metálicos o coberturas de panel sándwich.
En cuanto a la zona de equipamientos sociales, GARCIA FAURA ejecutará 850 metros cuadrados de muros cortina, que llevarán integrados una cincuentena de módulos de balconeras y vidriería fija. También se fabricarán e instalarán ocho puertas de acceso de apertura automática y una serie de revestimientos exteriores en fachada.
Con estas obras se espera una reducción de la demanda de climatización de un 25%, además de una mejora de la absorción acústica, el arreglo del pasaje que une el barrio con la plaza interior y la reordenación de los usos de los servicios de la isla.
