Antigua fábrica de figuras decorativas completamente rehabilitada para transformarla en un nuevo equipamiento hotelero de bajo coste. El proyecto buscaba aprovechar al máximo la infraestructura existente pero reordenando la distribución y aportando soluciones de confort para los huéspedes. El resultado es un hotel de 56 habitaciones concebidas en un estilo limpio y minimalista. El edificio cuenta con un pequeño patio posterior de estilo mediterráneo, así como diferentes salas de uso común pensadas para los clientes pero también como alternativa para la celebración de eventos profesionales.
Para los trabajos en este establecimiento GARCIA FAURA tenía que adaptarse a una de las principales premisas del proyecto: productos de calidad pero con términos de ejecución reducidos que minimizasen el coste final de la obra y permitiesen la viabilidad de los precios reducidos de alojamiento que el hotel ofrece a sus huéspedes como principal reclamo comercial. La labor de la empresa ha consistido en la fabricación e instalación de los cerramientos de las habitaciones, así como una pequeña zona de lamelas de aluminio.