El centro educativo se encuentra en la Fabra i Coats, una antigua fábrica de hilados fundada a principios del siglo XX clausurada totalmente en 2005. El Ayuntamiento de Barcelona adquirió las instalaciones para convertirlos en un centro cultural y alojar otros equipamientos. Las obras se han realizado respetando los elementos más característicos de la arquitectura con el objetivo de preservar la esencia histórica de la Fabra i Coats al tiempo que se consigue un edificio funcional para el ámbito educativo.
El principal reto de este proyecto para GARCIA FAURA fue la búsqueda de soluciones técnicas que satisficieran las necesidades de la obra sin encarecer el proyecto. En esta sentido, destaca por ejemplo, la solución aplicada para mantener la apariencia curva de una parte de la fachada del edificio: curvar los perfiles o fabricar vidrios curvados presentaba un coste elevado, por lo que se optó por la colocación de un panel de chapa curvado, que ha permitido mantener la apariencia exterior de formas curvas sin necesidad de que los cerramientos tuvieran esta forma.