A finales de este verano acabarán las obras de construcción del nuevo Centro Penitenciario de Pamplona, que ocupa unos 33.000 metros cuadrados y tendrá capacidad para 500 reclusos. La empresa GARCIA FAURA lleva meses trabajando en esta obra, que estas semanas encara su recta final.
El nuevo equipamiento consta de 8 módulos centrales de reclusión, así como otros espacios destinados a zonas de formación, deporte, servicios y comunicaciones. GARCIA FAURA se ha encargado de fabricar todas las mamparas, puertas y ventanas de hierro y acero del recinto, diseñadas especialmente para el uso y actividad que requieren, ya que se ubican en un espacio de reclusión y deben cumplir, por lo tanto, con importantes medidas de seguridad. En total se han fabricado más de 6.200 metros cuadrados de cerramientos que, uno a uno, se han ido instalando en la obra gracias a un equipo de quince oficiales de montaje desplazados a Pamplona durante los meses que han durado los trabajos. Los cerramientos instalados son de tres tipos: diáfanos con chapa, con rejas exteriores y divisorios de perfil T. Para ellos se han utilizado perfilerías Perfrisa y Jansen.
Al margen de los cerramientos, la empresa catalana también recibió el encargo de fabricar y montar el revestimiento de fachada de parte de la obra. Se trata de una fachada compuesta de perfilería y malla Deployé lisa y perforada, que ocupa una superficie de 1.600 metros cuadrados. La nueva cárcel de Pamplona debe entrar en funcionamiento el próximo año.